"Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. "
Santiago 4:11
Creo que, en términos generales, no se tiene claro lo que es la murmuración y lo que esto supone, tanto en nuestra relación con Dios como con el prójimo. Muchos se creen con el derecho y la autoridad de hacer sus comentarios sobre otras personas, denigrando, menospreciando y hasta calumniando, con una tranquilidad pasmosa; pero ellos mismos, no quieren admitir que a tal acción sin misericordia Dios le llama el pecado de la murmuración, el cual tiene graves consecuencias.
Cuando se toca a una persona para hablar mal sobre ella, está saliendo a relucir la falta de integridad y de amor de aquel que murmura. El que se respeta y se estima a sí mismo considera a los demás en esa misma dimensión. Recurre a ese mal y feo hábito el que se tiene en poca estima, y juzga y condena, acarreando para sí mismo(a) condenación.
Es la murmuración la plaga de los grupos y la que ataca en forma directa la unidad de los mismos; sea en la familia, en el trabajo, en el vecindario, en las diferentes organizaciones, y hasta en la iglesia. ¡Tenga Dios misericordia y a tiempo redarguya a todo aquel que usa su lengua para murmurar!.
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados,y con la medida con que medís, os será medido.
¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano,y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?,¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Mateo 7:2-5
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
Santiago 5:9
... La lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡Cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!.
Santiago 3:5
Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre;se saciará del producto de sus labios.
La muerte y la vida están en poder de la lengua,y el que la ama comerá de sus frutos.
Proverbios 18:20-21
Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo;Asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
Filipenses 2:14-16
No murmuréis, como algunos murmuraron,y perecieron por el destructor.
Y estas cosas les acontecieron como ejemplo,y están escritas para amonestarnos a nosotros,
a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
1 Corintios 10:10-12
En las muchas palabras no falta pecado; mas el que refrena sus labios es prudente.
Proverbios 10:19
El hipócrita con la boca daña a su prójimo;mas los justos son librados con la sabiduría.
Proverbios 11:9
El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo;mas el hombre prudente calla.
El que anda en chismes descubre el secreto;mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
Proverbios 11:12-13
El que anda en chismes descubre el secreto;no te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
Proverbios 20:19
El temor del Señor es aborrecer el mal; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.
Proverbios 8:13
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Proverbios 13:3
El corazón del sabio hace prudente su boca,y añade gracia a sus labios.
El hombre perverso levanta contienda y el chismoso aparta a los mejores amigos.
Proverbios 16:23, 28
El perverso de corazón nunca hallará el bien, y el que revuelve con su lengua caerá en el mal.
Proverbios 17:20
No os engañéis; Dios no puede ser burlado:Pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Gálatas 6:7
Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mateo 12:36-37
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